¿Qué significa SPF en una crema?

SPF son unas siglas que te pueden sonar de haberlas visto en los productos de protección solar. Se trata de un concepto de gran importancia para tu salud, por lo que, a continuación, te vamos a contar sus características más relevantes. Presta atención.

¿Qué significa SPF?

En primer lugar, es posible que te estés preguntando qué significa SPF. Se trata de las siglas del concepto anglosajón solar protection factor. En castellano, para decir lo mismo tenemos las siglas FPS, que corresponden a factor de protección solar. Una vez hecha esta introducción, es el momento de analizar la relevancia de este criterio. Toma nota.

¿Qué es el SPF?

Este concepto se expresa en cifras, por lo que tiene la condición de valor. A grandes rasgos, los números de este factor señalan el tiempo que una crema de protección solar es capaz de multiplicar el intervalo que puede aguantar una piel sin comenzar a quemarse. Por lo tanto, te interesa conocer cómo funcionan dos parámetros principales para interpretar de qué manera va a proteger a la piel frente a las quemaduras cada producto.

Por una parte, existen seis fototipos que clasifican los tonos de la piel, su propensión al bronceado y su predisposición a quemarse. Esta escala fue establecida en 1975 por el dermatólogo de la Universidad de Harvard Thomas B. Fitzpatrick. A grandes rasgos, gradúa las pieles desde las más claras y con tendencia a quemarse con los fototipos 1, 2 y 3. Las más morenas y resistentes a las quemaduras, aparte de bien bronceadas, se corresponden con los fototipos 4, 5 y 6.

Las pieles del primer fototipo, las de tonalidad más clara, pueden aguantar 10 minutos de exposición solar sin quemarse. Las del segundo, por su parte, resisten sin que comience el proceso de la quemadura durante 20 minutos. Es otra de las informaciones que te aporta esta escala.

Por otra parte, el factor que te estamos presentando aporta un dato significativo que tienes que poner en relación con el anterior. Nos referimos a que la cifra a la que va asociado informa sobre cómo la composición concreta del producto va a incrementar la protección frente a la radiación solar de cada fototipo.

Existen diversos SPF. Desde el 5 hasta el 50+, pasando por el 15, 30, etc. En este sentido, solo tienes que hacer una sencilla multiplicación para saber cuánto tiempo está en condiciones de proteger tu piel cada crema o loción protectora. Por ejemplo, si el fototipo 1 puede aguantar sin quemarse 10 minutos y le aplicas un FPS 15, la resistencia de esta clase de piel ante las quemaduras alcanzará los 150 minutos.

¿Cuál es el factor de protección solar?

Saber qué es el SPF supone una cuestión relevante, sobre todo, para tu salud. Y es que te interesa minimizar los riesgos de padecer cáncer de piel. No olvides que uno de cada tres de los que se desarrollan en nuestro planeta tiene este origen. Incluso la Skin Cancer Foundation considera que uno de cada cinco estadounidenses lo acabará sufriendo.

Y es que la prevalencia de este tipo de cáncer está creciendo. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año se diagnostican entre dos y tres millones de estos cánceres asociados a melanomas, mientras que también han sido detectados 132 000 de los que no se relacionan con este síntoma.

Así que, a la vista de estos datos y los peligros de la exposición laboral y recreativa a la luz solar, el factor de protección solar tiene una importancia más que justificada. En el siguiente apartado te contamos cómo emplearlo para que sea verdaderamente efectivo.

El buen uso del factor de protección solar

Es fundamental que aprendas a interpretar la información que aparece en los envases de cremas y fluidos para proteger tu piel. En consecuencia, lo primero que tienes que hacer es (sobre todo, si tu piel es tirando a blanca) preguntar a tu dermatólogo por tu fototipo y el producto de protección de la piel que del que tienes que hacer uso.

Una vez tengas claro qué bote de protector solar has de adquirir, llega el momento de que te lo apliques de un modo seguro. No basta con que te lo pongas nada más exponer tu piel a los rayos del sol. Debes esparcirlo de manera uniforme desde media hora antes de ponerte al sol.

Solo requieres dos líneas de crema sobre dos dedos, es decir, el equivalente a 2 mg por cada cm². Y, eso sí, ponte refuerzos cada dos horas. Acuérdate de que el agua, la suciedad, el sudor y el roce de las prendas también contribuyen a eliminar esta barrera protectora.

En definitiva, ahora que ya conoces qué es el factor de protección solar, solo te queda poner en práctica estos consejos acerca de cómo emplear el SPF para que tu piel esté a salvo de los peligros de una exposición continuada al sol. Sé escrupuloso en el seguimiento de estas instrucciones.

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