Irriga tus dientes y … ríase la gente

Cuando pensamos en higiene dental, la imagen que visualizamos es una persona con un cepillo de dientes y una sonrisa perfecta, ¿pero realmente se consigue esa perfección sólo con el cepillado?

La respuesta es no.

Cuidar tus dientes supone mucho más que cepillarlos de vez en cuando, se trata de un verdadero trabajo que requiere educación y crear hábitos saludables. Os dejamos unas pequeñas pautas:

  1. Este trabajo comienza con tu alimentación:
    • la elección de alimentos adecuados a cada edad, ricos en minerales y vitaminas que fortalezcan y cuiden tu esmalte;
    • evita consumir productos azucarados o ácidos que faciliten el crecimiento de determinadas bacterias o dañen tus dientes;
    • consume suficiente cantidad de agua a lo largo del día para que tu saliva cumpla su función defensiva y de “arrastre”.
  2. Elimina los restos de comida con un buen cepillado, suave y uniforme. (el tiempo estimado debería ser de unos 2 minutos)
    • Recuerda elegir un cepillo que cumpla con los requerimientos actuales de tus dientes y encías.
    • Elige una pasta de dientes adecuada a cada edad (la cantidad de flúor y la abrasividad son puntos importantes a tener en cuenta)
  3. La lengua, forma parte de la boca, al igual que nuestros dientes y su higiene no debe descuidarse, cepíllala o usa un limpiador específico.
  4. Limpia las zonas donde no llega el cepillo de dientes. Disponemos de diferentes herramientas que pueden facilitar esta labor:
    • Hilos y sedas dentales, para acceder a espacios estrechos o cerrados entre los dientes
    • Cepillos interdentales, recomendados cuando existen espacios abiertos entre los dientes (la elección de su forma y tamaño debería ser indicada por tu dentista)
    • Irrigador dental, el producto estrella para evitar problemas a largo plazo. Su uso está recomendado especialmente en caso de prótesis o implantes dentales, también en pacientes con ortodoncias; pero en realidad es el complemento ideal para una buena higiene bucal. Usado a diario, elimina restos de comida, la placa y el biofilm, masajea las encías fortaleciéndolas; de este modo se reducen problemas asociados como el sangrado o la inflamación. Disponen de diferentes boquillas según necesidades y permiten ajustar la presión.
  5. Enjuaga tu boca. Los colutorios y los elixires serían el último producto para finalizar la higiene. Su composición va a variar según las necesidades a cubrir, pueden ser ricos en flúor, remineralizantes, antisépticos, cicatrizantes. En cualquier caso, su uso no exime del cepillado, y muchos de ellos (especialmente los que contienen clorhexidina) deben usarse bajo recomendación del especialista por períodos muy concretos.

Además de estos hábitos, revisar visualmente el estado de tu boca, cuidar la aparición de aftas, úlceras o heridas y visitar a tu dentista 1-2 veces al año para comprobar que todo está bien debería formar parte de esos hábitos adquiridos.

Por supuesto, en caso de duda consulta en tu farmacia Trébol más cercana.

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