El concepto de Salud

La definición de salud dada por la Organización Mundial de la Salud en 1948 es la siguiente: “La salud es un estado de bienestar físico, mental y social completo, y no meramente la ausencia del mal o la enfermedad”. Por lo tanto, contempla el estado saludable de la persona desde el punto de la calidad de vida y no simplemente desde la manifestación de síntomas o el padecimiento de enfermedades.

Otro aspecto en el que se centra la OMS, es la organización de la salud pública. Con esto se hace referencia a todas las medidas que puedan tomarse desde los organismos gestionados por el Estado para la prevención de dolencias y discapacidades, para la prolongación de la vida y para la educación de los individuos en lo que respecta a la higiene personal. Afirma la OMS que “la salud es parte de la responsabilidad de los gobiernos”.

En el ámbito laboral, la OMS también se pronuncia al hacer referencia a la salud ocupacional. La salud de las personas en sus ámbitos laborales. Los trabajadores deben tener unas condiciones de trabajo adecuadas, enmarcadas en normas de seguridad. Hoy en día existen muchos planes (de medicina preventiva, de seguridad, de higiene) que tienen como objetivo preservar la salud de los empleados en su ambiente laboral.

De ahí que estar sano, sentirse sano, no se defina por el hecho de no estar enfermo, sino contemplando una visión más amplia que abarca las múltiples facetas del desarrollo humano.

Actitud vital y salud

Esta visión global de la salud humana requiere que cada uno, como persona y no como paciente, piense y reconozca la implicación de la actividad diaria en su salud. Son muchos los factores que solemos obviar al respecto, tanto a nivel físico como mental o social.

Por ejemplo, no descansar lo suficiente, tener hábitos no saludables, no cuidar la alimentación u obsesionarse con frecuencia, son acciones que conforman una actitud ante la vida. Dicha actitud afecta a nuestra salud, seamos capaces de verlo o no.

Es básico ser consciente de lo que la actitud mental puede hacer por la salud, así como de que podemos cuidar y potenciar dicha actitud.

A continuación se detallan diversas recomendaciones para mantener “mente sana en un cuerpo sano”, entre las que destacan:

  • Hacer ejercicio físico adecuado a la edad y condición física.
  • Tener voluntad de aprender y alcanzar nuevas metas.
  • Mantener el compromiso individual con los valores éticos personales.
  • Establecer relaciones de confianza de manera estable con otras personas.

La salud no es sólo algo que se tiene, sino que es algo de lo que se goza. Normalmente, cuando estamos sanos (es decir, según la visión reductora, “cuando no estamos enfermos”) “usamos” nuestra salud, sin darnos cuenta. En cambio, cuando enfermamos, sufrimos alguna lesión o padecemos algún tipo de trastorno psicológico como ansiedad o depresión, dejamos de “gozar” de salud.

Cada vez más, la Medicina procura no sólo tratar las enfermedades, sino también preservar, potenciar y mejorar la salud.

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