Digestión pesada causas y soluciones

Digestión pesada: causas y soluciones

Si alguna vez has notado una digestión pesada nada más terminar de comer, es necesario que veas las causas y que sepas identificar correctamente tus síntomas. Cambiando tus pautas de alimentación es posible mejorar esta sensación, aunque, si es recurrente, te aconsejamos que consultes con un especialista médico.

Los síntomas de una digestión lenta y pesada

Si has notado que de vez en cuando sufres de una digestión lenta y pesada, seguramente, te han acompañado una serie de síntomas como los que te describimos a continuación:

  • Notas dolor en el abdomen nada más terminar de comer, incluso lo puedes notar más hinchado que de costumbre.
  • Tienes ardores estomacales y aprecias que estás repitiendo la comida, a pesar de que hayan pasado una o dos horas desde que comiste.
  • Tienes náuseas, hasta el punto de querer vomitar, poco después de haber comido.
  • Han pasado horas desde que ingeriste tu último alimento y aún tienes la sensación de estar saciado.

Es posible que puedas identificar algunos de estos síntomas después de un atracón. Por razones obvias, los motivos de tu malestar te resultan razonables. Ten en cuenta que las digestiones pesadas y los eructos suelen acompañarse con frecuencia, así como las molestas flatulencias. Pero no siempre la indigestión viene dada por una ingestión abundante de alimentos. Vamos a ver con detalle algunas de las causas más comunes.

Las digestiones pesadas y sus causas

En lo que respecta a las digestiones pesadas y sus causas, debes comprobar si este problema te suele suceder siempre que comes, independientemente de la cantidad de comida que ingieres. Si es así, lo recomendable es que veas a tu médico y se lo comentes, ya que podrías estar sufriendo de una enfermedad de tu aparato digestivo, como una úlcera.

En caso de que las molestias sean perceptibles de forma menos constante, será preciso que analices tu dieta. Si ingieres demasiadas grasas o sueles ponerles muchos condimentos o picante a tus comidas, puede ser normal que sientas malestar, debido a un exceso de irritantes en tu estómago.

El alcohol tampoco suele funcionar muy bien a la hora de hacer una buena digestión. Si, además, eres fumador, no es extraño que sufras habitualmente problemas como los que te hemos descrito antes.

Si te percibes como una persona que realiza una dieta saludable, que no comete excesos habitualmente, deberás analizar tus niveles de estrés. Esta es otra de las causas más comunes y que a muchas personas se les pasa desapercibida. Tal vez lleves una vida muy ajetreada, con muchas responsabilidades. Esto puede provocar que los alimentos no los digieras bien, e incluso que te haga comer rápido.

La bebida abundante durante la ingestión de alimentos, especialmente si están carbonatadas, es otra causa de una mala digestión. Beber mucha agua durante la comida también puede explicar el problema.

Por otro lado, hay ciertos medicamentos que dificultan el bienestar de nuestro sistema digestivo, como ocurre con algunos orientados a pacientes con enfermedades autoinmunes. En este caso, también deberás consultarlo con tu médico, para analizar los pros y los contras.

También hay determinados alimentos alergénicos, como el gluten, que tienden a provocar molestias muy específicas. Te ayudará a identificar estos productos, con el fin de retirarlos de tu dieta habitual. De esta forma, notarás inmediatamente una mejora considerable.

Algunos remedios para evitar la sensación de pesadez

Cuando la causa de la pesadez después de comer se debe a un atracón, la solución es muy clara. Con llevar un control de lo que comes será suficiente, a fin de evitar que vuelvas a sentirte mal. Mientras tanto, para quitarte esa pesadez, puedes caminar a un ritmo pausado. Recuerda no realizar ejercicios muy fuertes tras las comidas porque pueden empeorar su digestión.

Puedes prevenir los síntomas añadiendo más fibra en tu alimentación, al mismo tiempo que disminuyes las grasas. Añade más verduras y frutas a tu dieta, y evita los zumos en los que la fibra, por lo general, no está presente. Por ejemplo, en vez de tomarte un zumo de naranja con una concentración excesiva de azúcares, cómete la naranja entera, ya que en sus gajos está presente una fuente de fibra importante, que facilita la digestión.

Intenta beber agua antes de las comidas. Cuando bebes mucha agua después, por ejemplo, porque los alimentos tenían mucha sal, te sueles sentir pesado, y en ocasiones indigesto. Evita el exceso de sodio y opta por más hojas verdes, que te ayudarán a hidratarte mientras comes.

Ante el estrés, come más despacio y date el tiempo necesario para disfrutar de tus alimentos con más tranquilidad. Debes desconectar de los contextos que suelen estresarte. Si estás en tu puesto de trabajo, busca un lugar aparte para comer y olvidarte, al menos media hora, de tus compromisos.

De vez en cuando podemos sentir una digestión pesada, pero si es algo común en ti, deberás consultarlo con tu médico. Hacer una dieta equilibrada y baja en grasas te ayudará a encontrarte mejor.

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