Tienen forma anatómica cubriendo perfectamente nariz y boca. La mascarilla se ajusta a la superficie de la cara sin presión, solo con el vacío generado con la inspiración, proporcionando un perfecto autosellado. Consta de dos piezas engarzadas entre sí: el cuerpo y el reborde almohadillado . El reborde almohadillado es muy suave para no dañar la piel de la cara del paciente. Su uso está indicado solo en aquellos casos en los que el paciente no colabora en la administración del fármaco en aerosol.